La Cirugía Mayor Ambulatoria es aquella que no requiere el ingreso del paciente, es decir, que en pocas horas el enfermo es intervenido y dado de alta en su casa.
No todas las operaciones se pueden hacer por este sistema, sólo las que son cortas, poco sangrantes, poco dolorosas y muy controladas, por ejemplo hernias, fimosis, extirpaciones de tumores benignos de mama y sobre todo cataratas, las más habituales. Las operaciones más frecuentes en nuestro Hospital son las de las siguientes especialidades: oftalmología, pediatría, maxilofacial, traumatología, cirugía general, ginecología, urología, y otorrinolaringología.
Cuando un paciente puede ser operado en Cirugía Mayor Ambulatoria es el mismo cirujano quien se lo comunica y le informa. Entonces, el médico remite al usuario a las Consultas Externas de Anestesia, donde se lleva a cabo el preoperatorio, es decir, le hacen una serie de pruebas y, si es necesario, le dan medicación para que el enfermo llegue en buenas condiciones al Hospital. El día antes de la intervención, desde la unidad misma se llama el paciente para recordarle la cita y la necesidad de que vaya en ayunas y acompañado. Se suele aplicar anestesia local o regional, a pesar de que, en algunos casos, también se administra anestesia general. Las operaciones no suelen durar más de una hora. Una vez intervenido, el paciente pasa al postoperatorio. En pocas horas, el enfermo recibe el alta para volver a su casa. El personal de enfermería proporciona los medicamentos que deben tomar y al día siguiente, se ponen en contacto con el paciente por si ha surgido alguna complicación. Sin embargo, los usuarios tienen un teléfono del Hospital a su disposición las 24 horas del día.